jueves, 21 de mayo de 2009

Fases de la comunicación

1- Fase oral

No lo sabemos con certeza pero el primer modo de comunicación ha sido aquel que permitió nombrar las cosas, señalarlas, imitarlas, etc, es decir, el lenguaje hablado y los gestos. Por eso plantearemos que la primera etapa o fase en la codificación humana es la fase oral.

La primera forma de transmitir experiencias fue la fase oral de la comunicación: el lenguaje hablado y los códigos gestuales. Es decir, todo aquello que no dejara huellas más del momento de la enunciación.

En la actualidad, a pesar de las tecnologías y desarrollo de la escritura, muchas actividades siguen sostenidas en la tradición oral: en las historias familiares, cuando un abuelo relata la vida de sus propios abuelos, los nietos conocen sus raices a partir de cuentos y anécdotas transmitidas oralmente.

El uso del teléfono también ha planteado un regreso a la tradición oral, ya que muchos negocios , transacciones comerciales, invitaciones y hasta encuestas políticas se concretan "de palabra", entre otros ejemplos.

2- Fase mnemónica

Algunas comunidades percibieron que a lo largo de distintas generaciones, los recuerdos se tergiversaban, los relatos se distorsionaban y algunas noticias se perdían. Entonces comenzaron a conservar algunos objetos que ayudaran a recordar los hechos con mayor fidelidad.

la fase mnemónica nace, precisamente, con el objeto de conservar el recuerdo ("mnemo" significa memoria) Estos objetos han sido siempre un apoyo a memoria en el momento de reproducir un relato oral. Por sí mismo, cada objeto no transmite demasiada información. Ese objeto sigue necesitando de la información oral para complementarse y ubicarse en un universo de sentido

Universo de sentido: Limita las visiones del mundo que existen para una sociedad. Un signo sólo puede ser atendido si cae dentro de ese universo indicador de lo "normal", lo "raro" y lo "posible" en un momento para una sociedad determinada.

Los objetos materiales ayudaron también a jerarquizar las informaciones importantes de aquellas otras que merecerían descartarse. Algunos elementos se usaban y luego se perdían. Otros en cambio, adquirían un nuevo valor afectivo o recordatorio, por lo que eran conservados. Los objetos cambian su sentido, pasan a ser representantes de emociones, situaciones, evaluaciones y valoraciones de la persona que los guarda.

Más allá del recordatorio individual, existen otros objetos con los que se construye una historia social. Son los objetos de los personajes públicos, de los museos, aquellos que han pertenecido a algún famoso artista o político o que han sido usados en alguna situación determinada.

También hoy tenemos una gran cantidad de signos mnemónicos sostenidos en convenciones sociales o reglas: los souvenirs que recuerdan cumpleaños, bautismos y /o casamiento, los anillos de compromiso, las monedas o estampillas, los trofeos de un campeonato deportivo, etc.

Habitualmente los signos mnemónicos pierden el sentido si no hay una persona que recree, a través de un relato, el contexto de toda la situación.

Obelisco monumento argentino

plaza San Martin
Monumento al libertador


3- Fase pictórica o icónica

A pesar del apoyo mnemónico de los objetos, la historia de una sociedad seguía dependiendo de los relatos de una persona a otra. No existía un registro que trascendiera la muerte humana. En un momento, el arte rupestre comenzó a armar ese registro. De hecho, este arte se ha conservado por varios siglos.

La característica de los signos pictóricos es que pretenden ser una copia de la vida real. Recrean las situaciones, los animales y las personas. Muchos historiadores han podido conocer los cultivos y el tipo de ganado criado por una comunidad, así como algunas características de su organización social, a partir del registro de sus pinturas en grutas, paredes o cementerios.

Los signos pictóricos o icónicos tuvieron una gran importancia en la vida social durante muchos siglos. Los nobles y las familias reales han pretendido ser retratados por los pintores de su época. La primera gran función de la pintura, hasta la aparición de la fotografía, ha sido la de reflejar la realidad, imitar el aspecto estable de las cosas. Algunos autores la llaman pintura "objetiva" o "realista"

Las nuevas tendencias en pintura desligadas de esa función-copia (como el impresionismo, el cubismo, el puntillismo, el expresionismo, la pintura abstracta, entre otras) comenzaron a consolidarse recién cuando la función de reflejar los hechos ya habían sido delegada a otros medios técnicos: las historietas y muchas de las películas cinematográficas forman parte de los signos pictóricos que copian la realidad.

En Argentina, provincia de Santa Cruz, la Cueva de las Manos ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999


Cueva de Altamira, España.
Perteneciente al período Paleolítico Superior y descubierta en 1875


4- Fase ideográfica o simbólica

Los dibujos que imitan la realidad tienen un límite: la imposibilidad de transmitir sensaciones, pensamientos, reflexiones acerca de esos hechos. ¿cómo dejar registro de la filosofía, la religión y los razonamientos de una cultura? A través de otros dibujos o signos que se llaman ideográficos, precisamente porque grafican ideas.

Los signos más conocidos de estas características son los jeroglíficos egipcios, pero muchas otras comunidades también lo utilizaron.

También los utilizamos actualmente, como los escudos y las banderas que prentenden agrupar distintas ideas acerca de la institución o el país al que representan. También se ve en algunos códigos específicos, como las señales de tránsito, la escritura musical, los logos de las distintas marcas de empresas.






5- Fase alfabética

En la medida que los signos ideográficos requerían mayor especifidad, se hizo necesario segmentar los signos. Los signos alfabéticos son unidades mínimas e indivisibles. Una letra no significa nada por sí misma, pero combinada con otros signos puede proyectarse hasta llegar a describir lo no visto, nombrar lo inabarcable, decir lo imaginado, describir pormemorizadamente sensaciones, pensamientos, actitudes y reflexiones.

La incorporación de la escritura alfabética se adjudica a los sumerios, entre los años 5000 y 4000 a. C. que habitaron los ríos Tigris y Eufrates, en la Mesopotamia asiática.

Algunos consideran a la escritura alfanumérica como la primera tecnología de la comunicación, porque el alfabeto no es un simple gráfico o visualizador de sonidos del lenguaje hablado, sino que logra una primera abstracción visual del pensamiento.

La fase alfabética incluye además a los números y sus distintas denominaciones, por lo que debería llamarse más precisamente "fase alfanumérica".

"Teorias de la comunicación"
Gabriela Ciccalese

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